15 September 2020 |
La logística vive una auténtica revolución. Antes de la pandemia el sector ya estaba inmerso en una potente transformación que la pandemia ha terminado por acelerar. Ahora mismo, ninguna empresa del sector tiene futuro si no toma en consideración los profundos cambios en los hábitos de los consumidores que se están produciendo, si no se apuesta por una estrategia empresarial basada en la sostenibilidad y si no se encara de forma decidida una apuesta clara por la digitalización.
La pandemia y el confinamiento han supuesto una formidable prueba de estrés que el sector logístico ha sabido afrontar con eficacia. Pero si bien se ha asegurado la cadena de suministro, los cambios en las relaciones con los consumidores que se han producido obligan a muchos negocios a reinventarse. Hoy no es posible operar en este sector sin tener en cuenta aspectos como la higiene y la seguridad sanitaria, cada vez más demandados por los usuarios y que ha afectado a toda la cadena logística de las empresas. Esto ha afectado a todos los puntos de la trazabilidad higiénica: entrega en mano de los paquetes, el almacenaje o los trámites burocráticos, entre otros.
Por otra parte, las empresas, tendrán dar una vuelta de tuerca en su apuesta por la sostenibilidad y adaptarse a una nueva manera de entregar y a encontrar soluciones de reparto más eficientes. El objetivo: frenar la congestión de tráfico y el incremento de los residuos que durante la pandemia se han incrementado notablemente debido a la gran demanda de productos online y las entregas a domicilio. En este sentido, aparecen opciones como los micro-hubs, pequeños almacenes distribuidos en el interior de las ciudades que mejoran la agilidad de los repartos y que evitan el traslado desde centros logísticos ubicados en las afueras. En este escenario, cada vez serán más habituales que los repartos de la denominada última milla los realice un mensajero con moto eléctrica, bicicleta o patinete, lo que repercutirá en la descongestión del tráfico y una mejor calidad del aire.
Otra de las tendencias que apuntan los expertos, y que servirá para hacer frente a crisis inesperadas como la que hemos vivido, es optar por proveedores más cercanos o al menos que los stocks estén más próximos al punto de destino del producto. Esta opción abriría una oportunidad de negocio única a las pymes, que podrían establecer relaciones y negocios con empresas que acostumbrar a comprar materias primas en países muy alejados geográficamente.