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En la nueva economía cualquier empresa que quiera competir necesita que sus negocios sean digitales y sostenibles. Todo ello comporta la necesidad de contar con personal preparado en estos ámbitos, es decir, necesita talento. La transformación de las empresas tradicionales a una economía digital y sostenible requiere contar con directivos, técnicos y profesionales adaptados a este nuevo contexto.

El talento de la nueva economía, además de tener la capacidad de utilizar herramientas digitales y tecnologías emergentes y de diseñar estrategias y productos que sean sostenibles, requiere de otras habilidades:

Adaptación: la capacidad de adaptarse rápidamente a los cambios y a las nuevas situaciones es muy valorada en un entorno empresarial en constante evolución. Los profesionales que pueden adaptarse tienen una ventaja en un mercado que cambia constantemente.

Comunicación: los profesionales que pueden comunicarse de manera clara y efectiva, y que pueden colaborar con otros de manera productiva, tienen una ventaja en un entorno empresarial que valora el trabajo en equipo y la innovación.

Creatividad: la capacidad de pensar de forma innovadora y creativa es cada vez más demandada en la nueva economía.

Análisis: la capacidad de analizar datos y tomar decisiones basadas en datos es esencial en la nueva economía.

Proyección internacional: Moverse en escenarios internacionales, aunque no es nada nuevo del todo, es hoy en día una capacidad muy buscada en profesionales, puesto que los productos y servicios en nuestra época han trascendido de manera clara sus ámbitos geográficos. Esta capacidad de proyectarse fuera de tu mercado local pasa necesariamente por tener una gran apertura mental para poder entender y respetar diferencias culturales y haceres distintos.