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La digitalización y la tendencia hacia productos más sostenibles y respetuosos con el medio ambiente ha impulsado definitivamente el recommerce o comercio de segunda mano. Está previsto que el mercado mundial de recommerce crezca entre un 15% y un 20% anual durante los próximos cinco años (Institut Français de la Mode). El crecimiento se debe en buena parte al cambio de mentalidad de los consumidores, sobre todo de las generaciones más jóvenes, las más concienciadas de la necesidad de preservar el planeta.

El recommerce se está expandiendo en muchos sectores, pero sin duda es el de la moda el que está pilotando esta transformación. Y en este caso, además de las cuestiones medioambientales, tiene mucho que ver la creciente predilección por la moda de estilo retro y vintage que encuentra en el mercado de segunda mano su mejor aparador. Los consumidores buscan en este mercado mano valores como la diferenciación, originalidad, creatividad, individualidad, compromiso medioambiental o autenticidad.

También la crisis económica derivada de la pandemia está consolidando aún más la tendencia hacia nuevas alternativas de consumo más asequibles y que a la vez reducen el impacto sobre los recursos del planeta.

Curiosamente, grandes marcas como Gucci o Stella McCartney se han sumado ya este nuevo modelo de negocio basado en la economía circular y que, precisamente, permite a los consumidores comprar a precios bajos prendas de firmas de lujo de segunda mano. También marcas como COS y Levi’s han presentado sus plataformas de reventa on line, con la intención de que las colecciones puedan heredarse colección tras colección. Pero en el mundo del recommerce el protagonismo no solo se lo llevan los nombres consolidados, sino que también surgen iniciativas de ciudadanos individuales conscientes de que un modelo basado en la constante sustitución de prendas nuevas es totalmente insostenible en una economía que tiene que caminar irremediablemente hacia el aprovechamiento de recursos.

En ese punto, el mercado del recommerce que presenta un gran potencial de crecimiento, deberá encontrar su punto de equilibrio para que no se convierta solamente en una nueva vía de negocio de las grandes multinaciones y de los grandes operadores online sino también para que ofrezca oportunidades a iniciativas espontáneas surgidas entre la ciudadanía.