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La transformación digital no es solo una tendencia; también es una necesidad imperiosa para el progreso económico y social. En este contexto, las políticas públicas locales se convierten en la piedra angular para un futuro sostenible e inclusivo. El programa Treball, Talent i Tecnologia (TTT), impulsado por la Diputación de Barcelona, es un ejemplo de cómo las iniciativas locales pueden impulsar una revolución digital con impactos profundos y que dejen huella en nuestra sociedad.

Desplegado entre 2021 y 2023, el TTT nació como respuesta a la crisis económica derivada de la pandemia de la covid-19 con el objetivo de promover el trabajo digno, mejorar las competencias del talento local e impulsar un crecimiento económico sostenible a través de la tecnología. Esta iniciativa no sólo afrontó los retos inmediatos y a corto plazo que se requerían en aquel momento, sino que estableció las bases para un modelo socioeconómico más robusto e igualitario. Así, el TTT ha demostrado que las políticas públicas locales pueden ser un motor de cambio e innovación.

Los resultados de la primera edición del TTT hablan por sí solos: participaron 296 municipios de la provincia de Barcelona, 6.582 personas y 4.852 empresas. Durante tres años, se desarrollaron 60 proyectos territoriales distribuidos en 8 cadenas de valor de negocios preferentes, como la salud y el bienestar, la movilidad sostenible, la economía silver y la alimentación saludable. En total, se crearon 1.983 contratos laborales, de los cuales el 30 % fueron indefinidos, y el 56 % de las personas y el 45 % de las empresas participantes mejoraron su nivel de digitalización.

Estas cifras no solo reflejan el éxito del programa, sino que también evidencian el poder transformador y la efectividad de las políticas locales bien diseñadas y ejecutadas.

Así, tras el éxito de la primera edición, hemos puesto en marcha la segunda edición de este programa. La Diputación de Barcelona apuesta por programas como este, del cual las entidades locales reclamaban su prórroga porque vieron de primera mano los beneficios tangibles e intangibles de esta iniciativa. De esta manera, la segunda edición, que se alargará hasta el año 2026, consolidará lo logrado en la primera y expandirá su impacto.

Un cambio cultural

Pero el TTT va más allá de los datos cuantificables. Este programa ha supuesto, también, un cambio cultural, porque ha reforzado la concertación territorial: casi la mitad de los proyectos que participaron en la primera edición son de alcance supramunicipal y ahora, en la segunda edición, se ha apostado por esta manera colaborativa de trabajar. Así, se ha superado el enfoque tradicional de las políticas activas de ocupación al incluir en él todo el conjunto de la fuerza de trabajo, ofreciendo oportunidades tanto a personas desempleadas como a las inactivas y a las que tienen empleo pero quieren mejorar su situación laboral. Además, ha establecido un nuevo modelo de gobernanza más horizontal y transversal, que ha permitido una implementación más efectiva e integral de las políticas públicas.

La colaboración públicoprivada ha sido un cambio esencial en este proceso. Entes locales, empresas, centros de formación, universidades y otros agentes especializados han trabajado para crear sinergias que han transformado las dinámicas relacionales y han impulsado la innovación. Y es que la capacidad de innovación de la escala local es enorme, es uno de sus puntos fuertes, y con este proyecto esto se ha vuelto a demostrar des de la cooperación y la colaboración públicoprivada. Esta colaboración ha sido clave para abordar las cadenas de valor de negocios preferentes y para definir acciones estratégicas que han beneficiado a toda la población. Y esto perdurará más allá del programa.

Que nadie se quede atrás

La transformación digital de las personas y empresas es un factor clave para garantizar la competitividad y la resiliencia del tejido económico de la provincia de Barcelona, uno de los objetivos por el que trabaja el Área de Desarrollo Económico y Turismo de la Diputación de Barcelona. Vivimos un momento en el que la tecnología hace que todo cambie a una velocidad vertiginosa y, por lo tanto, la brecha digital amenaza con dejar atrás a los más vulnerables, tanto personas como empresas.

El TTT se ha convertido en una herramienta fundamental para conseguir que toda la población pueda aprovechar las oportunidades que ofrece la tecnología. Y es que este programa ha trabajado para reducir las desigualdades y fomentar una sociedad más equitativa: un 79 % de los participantes de la primera edición pertenecían a colectivos en situación de vulnerabilidad y un 61,5 % fueron mujeres.

Actuando en el presente para transformar el futuro, la Diputación de Barcelona trabaja desde la innovación para no dejar a nadie atrás y para conseguir una sociedad más preparada y con capacidad de adaptación a los nuevos tiempos que están por llegar.