14 de Septiembre de 2022 |
El sector inmobiliario tampoco escapa de la tendencia generalizada hacia el mundo virtual y también está entrando en el llamado metaverso. La actividad inmobiliaria en los mundos virtuales que se conocen como metaversos es cada vez mayor y prueba de ello es que se han formalizado inversiones en suelos y edificios virtuales por un valor superior a los 500 millones de dólares en 2021, y con previsiones de llegar a los 1.000 millones de dólares en todo el ejercicio 2022.
Pero, ¿cómo puede comprarse o venderse una propiedad que realmente no existe en el mundo físico? En un metaverso, los terrenos no dejan de ser un conjunto de unos y ceros (en realidad pequeños cuadrados correspondientes a coordenadas precisas dentro de un mapa digital), no están sujetos a limitación alguna, por lo que el único límite es la imaginación del dueño del terreno o de la persona que este contrate. Cada tierra virtual es básicamente lo que se conoce como un token no fungible (NFT), un coleccionable digital que se paga en criptomonedas.
Las transacciones se realizan mediante lotes y los NFT están basados en la tecnología blockchain que garantizan su autenticidad y propiedad.
El valor de los lotes depende de la importancia percibida de la plataforma en la que se encuentran, pero también de su ubicación o relevancia dentro del mapa: igual que en el mundo físico, un terreno en el centro generalmente cuesta más que otro en las afueras. Después de adquirir un lote, se pueden construir edificios, organizar eventos o instalar museos, tiendas de todo tipo, parques de atracciones y hasta casinos para aumentar su valor. Y también es posible alquilar las parcelas o comprar edificios ya construidos.
¿Para qué puede querer alguien algo que en realidad no existe?
Pero todo esto convierte la compraventa de estos terrenos en una operación, por ahora, de carácter fundamentalmente especulativo. A falta de que muchas más personas se animen a entrar en alguno de los metaversos, quien apuesta por estos terrenos lo hace esperando que su valor se multiplique en los próximos años.